Yasmina Cabrera: «Cada vez somos más las que estamos entrando en este terreno masculino»

Yasmina Cabrera, delegada del Club Deportivo El Cotillo, "el fútbol me llega de familia, y sí, cada vez somos más mujeres las que nos incorporamos a un deporte tradicionalmente masculino, y eso es bueno para todos". 

El fútbol le viene de familia, y fue su padre, entrenador del Estrella Amarilla, de Puerto del Rosario, el que le fue inculcando esa pasión, cuando la llevaba a los entrenamientos y partidos, comenzando a jugar a los quince años, con el grupo de amigas del barrio, tomando luego la decisión de organizarse mejor y crear un equipo.

El tiempo fue pasando, y surge la oportunidad de participar en el Torneo Easo Cup de Donosti, "y pa´lla nos fuimos". De ahí surge la llamada de Inma Sosa, para unir nuestro equipo con el suyo, saliendo a competir en liga como Club Deportivo Fabelo de Fútbol 7, pasando luego al Club Deportivo Herbania, donde ascendimos a Categoría Nacional en la temporada 2002-03, pero como todo se acaba, cuelgó las botas en el año 2010.

Su gestión deportiva comienza en el Unión Puerto, de nuevo con su padre, y casi sin darse cuenta, se vio entrenando a los pequeños, al Heneken Fuerteventura, "una experiencia que me llenó mucho, pero que duró poco", pues pasó a la directiva, "realizando muchas funciones, pues éramos pocos directivos", y ahí, ya en la temporada 2012-13, pasé a ser la delegada del club en la categoría preferente.

Por motivos personales, se desvincula un poco del fútbol, "sólo un poco, risas", hasta que llegó la llamada de Miguel Santana, entrenador de El Cotillo, para incorporarse a su cuadro técnico, "me pareció un nuevo reto, y acepté, sin olvidar, por supuesto, mi relación de toda la vida con los azulones".

Ahora, en su nueva labor, se va fijando en todo lo que rodea este deporte, "para aprender", y ahí aparece la figura de la delegada de la selección española, Silvia Dorschnerova, que es una referencia, y afirma, con rotundidad, "que nunca se ha sentido desplazada por ser mujer, en un deporte básicamente masculino", y reitera, sobre su fecha de caducidad, una frase de Carles Puyol, "cuando me dejen de revolotear las mariposas en el estómago, lo dejaré"

"Con falda y tacones no puedo ir a los partidos, eso lo dejamos para otros actos, voy cómoda, con el uniforme del equipo, y llevo un maletín cargado de ilusión, y también de responsabilidad, las fichas del equipo, el dinero del arbitraje, el transporte, la manutención, y también algún detalle personal y más femenino, por supuesto".

No tiene quejas de sus jugadores, "me hacen caso, -más le vale, risas-, no por ser mujer me tratan distinto, y saben, claramente, cuál es mi función, y la respetan". El deporte debe ser para todos por igual, y me alegro mucho que en los últimos años tengamos más protagonismo en puestos deportivos o directivos, recalca.

Sobre el partido frente al Unión Sur Yaiza, cuando realizaron cuatro cambios, comenta, "fue la anécdota de esa jornada, no hubo mala fe, y ahora es la comidilla cuando me presento a los colegiados y a los equipos rivales en los partidos, pero no dejó de ser más que eso, un lance inoportuno que nunca se programó, un despiste de todos".

No cree que las mujeres duden a la hora de incorporarse a este deporte, "cada vez somos más las que estamos entrando en este terreno masculino, tal vez no tengamos tanto eco como los hombres, pero venimos pisando fuerte y vamos dejando huella, que es lo importante, y la muestra es equipo del Granadilla, en Primera División, que ha relanzado el fútbol femenino canario".

Texto: Agustín Lorenzo.

Foto: Carmelo Rodríguez (Mon).