David Amaral vuelve al banquillo del Tenerife

David Amaral es el nuevo entrenador del Club Deportivo Tenerife en sustitución del cordobés Antonio Tapia, cuyo seis últimos resultados, cinco derrotas y un empate, propiciaron esta decisión del Consejo de Administración de la entidad blanquiazul.

Con anterioridad, David Amaral, que se convierte en el cuarto técnico esta temporada, tras Arconada, Mandia y el propio Tapia, aunque el técnico del filial, Alfredo Merino, dirigió un partido entre Mandia y Tapia, entrenó al Tenerife en dos etapas, entre enero de 2003 y enero de 2004 (41 partidos) y en la campaña 05-06 (14 partidos), además fue capitán del equipo varias temporadas en su época de actividad.

Amaral, que estará acompañado por otro ex jugador del Tenerife como Quique Medina como entrenador ayudante, como jugador militó en la entidad en la década de los 80 y logró el histórico segundo ascenso a Primera División, en 1989.

Como entrenador se curtió en equipos de las Islas (UD Güímar, San Andrés, Realejos, Arona, Corralejo, Gáldar y Universidad de Las Palmas), hasta que empezó a dirigir a entidades de más nombre: UD Las Palmas, Cartagena, Salamanca, Ponferradina y Castellón.

El de Arico tiene claro la situación en la que está el equipo, y que su primera misión es la de que los jugadores sean conscientes de que tiene que dar todo lo que llevan dentro, empezando el sábado ante el Huesca, partido que considera vital para intentar evitar el descenso.

"Tengo que convencer a los jugadores de que pueden, sigo al equipo desde la grada todos los partidos, y se que por unas u otras razones, algo de mala suerte también, no han sabido definir", comentó Amaral en su presentación.

También solicitó ayuda a todos el entorno dijo, porque en "25 años es la peor situación que he visto en el club", y se mostró optimista en resolverla.

"Tengo que sacar lo máximo de los jugadores, lo bueno que tienen que por unas u otras circunstancias no lo han hecho para salir de la situación.

David Amaral cerró el compromiso con el Tenerife no sólo para los diez partidos que quedan, sino para la próxima campaña, aunque el equipo descienda a Segunda B.