Asier Izquierdo empezó esta temporada, sin haber cumplido los quince años, una aventura en busca de su sueño de llegar a ser futbolista. Pero por medio le ha pillado toda esta situación en la que estamos inmersos actualmente con el Covid 19, algo más patente en Italia y en Florencia, lugar donde se encuentra, formando parte del U15 de la Fiorentina.
Gracias al apoyo de su madre, que se encuentra con él, ha podido llevar mejor este confinamiento, aunque añorando lo que se ha dejado atrás en Tenerife, su padre y el resto de familia, con los que espera reunirse pronto para que desde el momento en el que se pueda retomar la situación normal, volver a seguir luchando por conseguir hacerse un hueco en el fútbol.
- Por delante le quedan años para seguir creciendo personal y deportivamente, pasos que no deja de dar a diario en busca de ese objetivo, sin olvidar algo muy importante, sus estudios.
¿Fecha de nacimiento y trayectoria deportiva?
Nací el 3 de Marzo del año 2005. Comencé a jugar en el equipo de mi pueblo, San José Tablero en prebenjamín. Luego pasé por la ADFC Padre Anchieta, benjamín y alevín. De ahí al Llamoro en alevines e infantil. Posteriormente a la SD San José en infantil y cadete. Y ahora estoy en la categoría U15 de la Fiorentina.
Para quien no conozca a Asier Izquierdo deportivamente ¿Cómo te definirías, en qué posición sueles jugar, características y a cuál jugador profesional te podrías asemejar?
«Siempre he sido defensa central, aunque aquí a veces he jugado como mediocentro defensivo. En Italia trabajan mucho la defensa».
Me defino como un jugador disciplinado tácticamente, con anticipación y salida de balón, me gusta salir comenzando el juego desde atrás. En el uno contra uno soy contundente y hablo mucho en el campo. No sé a quién me puedo asemejar, pero Puyol es un jugador al que me gustaría parecerme.
¿Cómo llegas a la Fiorentina y te sorprendió acabar en la cantera de uno de los equipos más reconocidos de Italia?
Hice unos entrenamientos complementarios con Eduardo Peraza y fue allí donde Carlos García y Paolo Calabro se fijan en mis aptitudes y me ofrecen la posibilidad de viajar a Italia, para hacerme unas pruebas en varios equipos; Arezzo, Pescara y Fiorentina. Iba bastante motivado y trabajé muy bien las dos semanas que estuve.
«La verdad es que no esperaba empezar la temporada fuera de la isla, para mí fue toda una sorpresa el tener que cambiar de país y más aún a un club tan importante como la ACF Fiorentina».
Con el tiempo que has podido competir y con tu conocimiento del fútbol base en Tenerife y en Florencia ¿Qué diferencias ves entre ambos a nivel competitivo, organizativo, calidad de jugador…?
Yo creo que técnicamente no hay tanta diferencia, pienso que en Canarias hay buenos jugadores, pero aquí físicamente son más intensos, el nivel de concentración más alto, los árbitros son más permisivos y los partidos muy competidos, siempre balón al suelo y jugado, no hay tanto juego directo.
Tenemos un entrenador por línea, fisioterapeuta, sesiones de gimnasio o vídeo, mayormente entrenamos y jugamos en campos de césped natural, se aprende mucho en esas superficies porque no todos los campos son iguales y el clima varía mucho.
«Se nota el cambio de las estaciones y su influencia en el terreno, a veces juegas en barro y otras en seco, ningún campo es igual a otro».
No ha sido quizás el mejor momento para llegar a Italia a causa del coronavirus, ya que ese país y la zona en la que te encuentras ha sido especialmente castigada ¿Cómo te encuentras y cómo has vivido todo este tiempo obligado a estar en casa?
Al principio lo pase muy mal porque era el primer país de Europa que cerraban fronteras y aeropuertos, había controles de la policía, los militares por las calles, cada día había nuevas restricciones y cuando quisimos regresar a Tenerife ya era tarde.
Tener a mi madre conmigo ha sido muy importante, hemos aprendido a tomarnos las cosas con paciencia y precaución porque el resto de países también están pasando por el mismo problema y en estos momentos si tienes salud lo tienes todo, así que hay que pasar esto de la mejor manera que se pueda.
«Sigo estudiando a distancia, los profesores nos mandan todos los días ejercicios y trabajos que hacer, incluso hemos hecho exámenes online».
Por la tarde aprovecho para entrenar, nuestros vecinos tienen un pequeño gimnasio con aparatos que me dejan utilizar, además donde vivo hay un jardín privado bastante amplio donde puedo hacer un poco de balón, en ese sentido soy un privilegiado.
¿Ya les han comunicado cuándo podrán retomar la vida más o menos normal, en el aspecto deportivo y personal?
Yo no me planteo volver a los entrenamientos, hace tiempo que dieron por finalizada la competición. Estoy pensando en cuándo será el inicio de la pretemporada 2020/2021.
Aquí sigue muriendo mucha gente por coronavirus, hay una recuperación pero yo no aprecio normalidad, todo va muy lento.
«Yo he salido muy poco, prefiero quedarme para no correr riesgos, aún no lo veo claro».
¿Sorprendido ante todo lo que se ha generado en tan corto espacio de tiempo, viendo cómo ha cambiado la vida en cuestión de semanas?
Mi madre dice que es un verdadero punto de inflexión, que deberíamos aprender de todo esto para mejorar social y sanitariamente. Estoy de acuerdo con ella, esto no debería de repetirse jamás.
«Mi madre ve esto como una oportunidad para aprender, social y sanitariamente»
Estás con tu madre que marchó contigo desde el inicio de la aventura ¿Se hace más llevadero el cambio de aires y toda esta situación?
Sin el apoyo y la compañía de mi madre esto no sería posible, echamos buenos ratos, nos ayudamos con las cosas de la casa, cocinamos juntos, hacemos jardinería, manualidades etc… Mi madre es parte vital, no es lo mismo adaptarme solo que en compañía de mi madre. Lo veo hasta recomendable, si hubiera estado solo las cosas serían más complicadas para mí.
¿El resto de tu familia cómo lo vive en la lejanía y cómo viven ustedes el tenerlos a mucha distancia en Tenerife?
«Pues mi padre se quedó en Tenerife, él estaba acostumbrado a venir todos los meses y la verdad es que lo echamos en falta».
Tratamos de llevar eso con paciencia y poner buena cara para no desanimarnos. Afortunadamente estamos bien comunicados gracias al teléfono, internet, whattsapp, videoconferencia…
¿Cómo era un día normal en la vida de Asier Izquierdo antes del confinamiento?
Por las mañanas iba en bicicleta al instituto de lunes a sábado, a la salida me daba tiempo de llegar para almorzar y seguidamente ir a la parada donde nos recogía una guagua del club para llevarnos a los campos de entreno, hay varios repartidos por toda Florencia.
Entrenamos cuatro días a la semana unas dos horas y media por entreno, luego ducha, guagua y regreso de noche porque aquí oscurece antes, hay menos horas de luz que en Canarias. Al llegar a casa tengo tiempo para estudiar, cenar y a dormir. Esa era la rutina diaria que espero recuperar lo antes posible.
Aún con muchos años por delante para seguir acumulando vivencias y experiencias ¿Esa vida se asemejaba a la que soñabas como futbolista?
Queda mucho recorrido para acercarme a mi sueño. Estudio y entreno duro esforzándome cada día.
¿Dónde te gustaría estar la próxima temporada y por qué?
Quiero quedarme en Italia, seguir en la Fiorentina y aprender todo lo que pueda dentro y fuera del campo, quiero aprovechar esta oportunidad.
Aprovecha a enviar un mensaje a toda esa gente que está pendiente de ti en Tenerife, que seguro se alegrarán de recibirlo.
¡¡¡Te quiero mucho papá, nos vemos pronto!!!
También quiero enviar un saludo a todos los padres, madres y jugadores de la SD San José, un abrazo a todos los entrenadores, en especial a Toñeca y al presidente, Juan Fumero.
Pedro Pérez Camacho,
ElDeportivo.es