"Querido diario hoy vengo a narrarte lo que me ha pasado esta temporada. Soy una niña que juega en una de las categorías base de mi pueblo. Futbolísticamente, a pesar de llevar poco tiempo, puedo decir que se me desenvolver de una forma aceptable sin ser nada del otro mundo.
En lo que respecta al equipo, hemos tenido un año regular. Todos estamos contentos con nuestra temporada porque hemos rendido por encima de lo que inicialmente se esperaba. Bueno todos, menos yo.
Estoy desilusionada por el trato que he recibido por parte de varias personas relacionadas con el equipo. El primero el entrenador, que en varios entrenamientos, sobre todo cuando hacía algo mal me decía ‘Así no se hace, hazlo como un hombre. Por ejemplo como lo hace fulanito’. Pero para comentarios, los llegados desde la grada ‘Que la falta la tire otro que tendrá más patada’, o si me hacían una falta ‘¡Eh! Que es una niña’, o si hacía un regate ‘¡Irás fulanito! Te ha regateado una niña’; todo ello seguido de risas de burla.
Sin embargo, algunos comentarios llegan a más. Algunos me preguntaban si no me gustaban más las muñecas, porque para el fútbol se necesitaba más fuerza. ¡Y TODO POR SER NIÑA! Y yo digo, cuando nos enfrentemos a un equipo íntegramente de niñas y nos ganen, ¿qué pasará? Pues no lo sé, pero ese día seguro que dejo de ser la niña del equipo para considerarme como un niño más cuando hablen de nosotros."
Hay que tener cuidado porque cada vez se ven más comentarios machistas en el fútbol base. Ya sea cuando hay una niña en el campo o porque una mujer quiere entrenar a un equipo. Para este último caso existen personas que piensan que una mujer nunca estará cualificada para entrenar a un equipo de fútbol.
A toda esa gente recordarles, por ejemplo, que a nivel nacional al Rayo Vallecano se les conoce más por su equipo de chicas que por el de primera. A nivel de Canarias, está el Tacuense que está trabajando bien, haciendo que su base tenga equipos íntegramente de niñas. Erradiquemos el machismo de nuestro fútbol y nuestras vidas.