Vicente Hernández (17:01) y Raquel Aróstegui (21:03, Deporte x Diversión) se impusieron en la San Silvestre Lagunera en su trigésimo séptima edición. La última prueba deportiva del año en Canarias se disputó por las calles del casco histórico de Aguere en la tarde-noche de este 31 de diciembre y fue seguida por miles de personas, que no pararon de animar a los 3.200 participantes.
En los momentos previos a la prueba la comparsa Los Joroperos animó a los presentes con sus ritmos y bailes. Y justo antes de la salida la atleta Yuliana Velásquez leyó un manifiesto contra la violencia de género.
Vicente Hernández, Jonay González y Aday Salas se significaron en cabeza en un primer momento. El olímpico en Río impuso un alto ritmo y tiraba del trío. Al paso por la Plaza del Adelantado ya solo Jonay le mantenía el paso a Hernández. Pero al llegar a la Plaza del Cristo, el triatleta ya marchaba en solitario, tal era su cadencia.
Al completarse el primer giro Jonay González mantenía la segunda plaza. En féminas, en este punto, Raquel Aróstegui era la primera.
Finalmente, Vicente Hernández entraría en solitario en la meta. Segundo fue el noruego Orjan Kjeldsli (17:23) y tercero su compatriota Alexander Kirkeberg (17:29), que el último tramo de la carrera doblegaban a Jonay González, cuarto a la postre. En féminas, victoria de Raquel Aróstegui, logrando su primer éxito en la prueba. Le seguía Johanna Ardel (21:53, Cea Tenerife) y Susana Prieto (22:29, Clator Orotava).
El olímpico Vicente Hernández reeditaba de esta manera sus victorias de 2010, 2014 y 2015, mejorando de paso las marcas de Jonay González y Agoney Díaz en este recorrido, vigente desde 2016. Significar la baja de última hora de Marta Arnay, ganadora en las dos últimas ediciones en la prueba femenina.
El trazado de 5.700 metros constaba de dos vueltas y el primer giro arrancaba en la Plaza de la Concepción, con paso por las calles Adelantado, Marqués de Celada, Plaza de Doctor Olivera, Herradores, Consistorio y Nava y Grimón.
A partir de este punto, ya en la Plaza del Cristo, se seguía por La Rúa, Cañaveral y Camino Las Peras, para volver de nuevo a la Plaza del Cristo. Entonces se tomaba Viana, para seguir por San Agustín y Ascanio y Nieves, hasta volver a la Plaza de la Concepción.
En este punto se repetía el circuito anteriormente descrito en su parte inicial, concretamente hasta la calle Herradores con Viana, donde los corredores debían girar a la izquierda para tomar dicha calle y seguidamente Obispo Rey Redondo hasta la meta, en la Plaza de la Concepción.