Casi sin luz y sin agua. Ese es el estado que presentan las instalaciones del campo de fútbol Municipal de Candelaria o que por lo menos presentaba en el día de ayer durante la celebración del encuentro de Primera Regional entre el Igueste y el Valeriana.
De todos es sabido que si se quiere mantener en buen estado un césped artificial en una instalación deportiva el agua es algo fundamental, sin embargo ayer no se pudo regar el verde de Candelaria debido a una avería que se producía a principios de esta misma semana y que no ha sido reparada.
Un césped sin regar y seco puede provocar lesiones en los jugadores ya que al caer al suelo funciona como un auténtico papel de lija. Con un tiempo caluroso la temperatura de la superficie puede ascender lo suficiente como para que un usuario o jugador pueda tener una abrasión por fricción tras una caída.
Pero este problema del riego no fue sólo el problema con el que nos encontramos en la noche de ayer en el Municipal de Candelaria. Desde hace varios meses y aunque desde el Ayuntamiento y la Concejalía de Deportes se niegue, los usuarios del campo se quejan de la mala iluminación de la instalación.
El campo de Candelaria cuenta actualmente con cuatro torretas de luz artificial con seis focos de 2000 vatios cada una, sin embargo en la noche de ayer había varios averiados lo que reducía considerablemente la visibilidad sobre el terreno de juego. En total fueron seis los focos que nuestros colaboradores pudieron comprobar que estaban estropeados aparte de la mala o deficiente alineación de los mismos.
Algunos de ellos en lugar de iluminar el césped están orientados hacia el marcador, los banquillos, el graderío, el instituto de enseñanza secundaria o las viviendas adyacentes.
Hace unas semanas nos pusimos en contacto a través de la oficina de prensa de Candelaria con el Concejal de Deportes para que nos confirmara qué es lo que ocurría con la iluminación en este campo y nos afirmó que no se habían recibido quejas ni de los usuarios ni de los colegiados y que todo estaba en prefecto estado ya que los operarios municipales había estado reparando los focos y regulándolos.
Sin embargo no es eso lo que nos dicen a nosotros cada vez que acudimos a esta instalación deportiva y tampoco es eso lo que tanto los usuarios como el público que acude al campo de Candelaria puede observar semana tras semana y día tras día. Será que los políticos viven una realidad distinta.