Benito Joanet, adiós a un Mito

Fallece Benito Joanet.
La imagen de Benito Joanet procede de Bdfutbol.

Muy rápido, una sola temporada le bastó a Benito Joanet para convertirse en un mito del tinerfeñismo, al ser el entrenador que mucho tiempo después devolvió al club a la máxima categoría del fútbol español.

  • Ese fue el comienzo del mejor momento de la historia del CD Tenerife, que se fraguó años más tarde con participaciones europeas y muchos resultados que recorrieron el mundo.

Su fallecimiento ha dejado muchas muestras de cariño y reconocimiento hacia su persona, no solo entre los habitantes de la isla, sino también por los clubes por los que pasó.

En ese escaso periodo temporal dejó una huella profunda entre todos los blanquiazules, mostrándose como una persona muy cercana que se ganó el corazón de todos. Solo fue una campaña, ya que no quiso prolongar su estancia en la isla a pesar de contar con la posibilidad para hacerlo. Así lo manifestó en una entrevista publicada por el periódico El Día en la que decía:

«En aquel momento no podía quedarme. No me consideré apto para reformar la plantilla. Era necesario, pero a mí me daba pena prescindir de ellos, para que llegaran otros con más nombre, porque les tenía mucho cariño y respeto».
Síntoma claro de la humildad y lealtad del catalán, algo que le acompañó allá por donde fue.

En su currículum en los banquillos tiene en su haber hasta tres ascensos a la máxima categoría, junto al logrado en la isla, Castellón y Cádiz fueron también participes de sus logros.

«Ahí está quizás su gran mérito en el fútbol, esa capacidad para lograr el salto al máximo exponente del fútbol español.»

Aunque no se queda en solo eso, el Hércules, su otra casa, ya que allí tenía fijada su residencia habitual, vio cómo su presencia se hizo notable en la historia de los alicantinos en la máxima categoría, tanto de forma individual como acompañando a su mentor en la parcela técnica, Arsenio Iglesias.

Previo a convertirse en entrenador también fue jugador.

La portería del Español, Zaragoza o Deportivo, entre otros, vieron como Joanet defendía los colores de su equipo. En esa última fase en tierras gallegas es donde comenzó su relación con un histórico del fútbol español, Arsenio Iglesias, en los banquillos nada más colgar los guantes, con quien dio sus primeros pasos en la parcela técnica.

Como futbolista aparece otro hito en su currículum con el campeonato del mundo juvenil, denominado en ese momento como VII torneo de la FIFA, en el año 54, logrando el título ante Alemania Federal en el partido decisivo y donde fue titular que terminó con empate a dos pero la diferencia de goles acumulada en la ronda previa por los españoles les posibilitó el campeonato.

Antes habían cedido ante España; Yugoslavia, Irlanda, Portugal y Argentina, ocupando titularidad en estos dos últimos junto al decisivo ante los alemanes.

«Su etapa en Tenerife dejó muchos recuerdos que han pervivido en la memoria del tinerfeñismo.»

Con algunas dudas empezó esa histórica 88-89, pero el rendimiento fue in crescendo hasta plantarse en el último partido con opciones de ascenso directo, dependiendo de lo que hiciera el Rayo Vallecano ante el Deportivo. Por lo tanto las posibilidades en el Heliodoro ante el Figueres, no pasaban únicamente por lo que los blanquiazules pudieran hacer.

Sin pensar en Vallecas, pero centrados sobre el terreno de juego, las cosas no iban bien en el recinto capitalino ya que los catalanes tomaron ventaja de dos goles. Justo antes del descanso Rommel Fernández pudo recortar y en una pletórica segunda parte del panameño, tres goles más en su cuenta, propiciaron una remontada que dejó una icónica imagen del míster dando golpes sobre el techo del antiguo banquillo capitalino y descamisado, fruto de la remontada conseguida y la intensidad con la que vivía las cosas.

  • Ese resultado no sirvió para conseguir el ascenso, ya que desde Madrid las noticias no fueron buenas, pero llenó de moral e ilusión a un grupo que ya de por sí la arrastraba a lo largo de la competición liguera, con un buen gestor de grupo al frente del mismo capaz de sacarle lo mejor de sí a ese plantel.

Tras ese momento de estados contrapuestos no había tiempo para distracciones ya que venía todo un Betis con Pumpido, Rincón, Calderé o Chano, que luego ficharía con el CD Tenerife, entre otros, en la promoción por subir. El estadio y el equipo no defraudaron endosando un cuatro a cero a los verdiblancos, los dos primeros nuevamente de un Rommel tocado por los dioses de cara a puerta, complementados por un autogol bético y el ultimo de El Ghareff, dejando muy encaminado el premio. Refrendado días más tarde en el Benito Villamarín, en el que una derrota por la mínima permitió el hito histórico del retorno a la máxima categoría, algo que solo había ocurrido en una sola ocasión, 60-61.

Ahí en ese corto periodo temporal gestó Benito Joanet todo lo que se ganó en el corazón de una afición, necesitada de alegrías como esa para reactivar el fútbol y la pasión que había por el en la isla. Tres de los artífices de ese logro fueron; el mismo, Javier Pérez y Rommel Fernández, cada uno aportando mucho y bien desde sus respectivas facetas, desgraciadamente ninguno de ellos están entre nosotros, convirtiéndose en ídolos e historia no tan lejana del CD Tenerife.

D.E.P DON BENITO JOANET JIMÉNEZ.

Pedro Pérez Camacho,
ElDeportivo.es