Este último año no ha sido fácil para Gerardo Izquierdo. Cuando acababa de empezar la pretemporada con el CD Marino unos problemas ya conocidos para él, la ansiedad, le volvió a aparecer un día de camino a un entrenamiento, impidiéndole que pudiera afrontar la campaña liguera con los del sur de Tenerife.
- Ahora ya ve las cosas con otras perspectivas y una ostensible mejoría de su enfermedad, ya le han hecho recuperar la sonrisa y tener muy cerca la perspectiva de volver a su «medicina natural», el fútbol.
Gerardo no es un jugador que deja indiferente a nadie, sus cualidades, acompañadas de una cierta dosis de «locura futbolística», le hacen capaz de resolver situaciones y partidos para que su equipo pudiera sumar puntos, allá por donde ha pasado, todo ello acompañado por un buen número de goles en su periplo deportivo.
Ahora y con la recuperación cada vez más cerca vive ilusionado con su equipo, el Marino y con el de su pueblo, Atlético Victoria, por la buena campaña que ambos han realizado y tener cerca objetivos muy grandes para los dos.
¿Háblanos de tu trayectoria deportiva?
Empecé de pequeño en el Atlético Victoria, luego me fui un año al Matanza, regresé nuevamente a La Victoria y ahí estuve hasta llegar a jugar en tercera división con el club de mi pueblo.
Posteriormente me fui en pretemporada al CD Tudelano, en Segunda B, pero regresé a los dos meses y fiché por el Santa Úrsula en Tercera División y en invierno me fui a liga de Escocía, al Livingstone FC de segunda división.
De vuelta a Tenerife fiché por el Buzanada donde estuve un año que fue buenísimo en todos los aspectos. De ahí a la UD Ibarra, antes de terminar la temporada regresé al Buzanada, donde empecé la siguiente, fichando ya con la liga avanzada por el AUGüímar con los que terminé la temporada y en esta fiché por el CD Marino.
Ibas a ser de la partida esta temporada con el CD Marino. ¿Qué ocurrió para que no lo hayas hecho?
«Pues fue una verdadera lástima, estaba todo pensado, todo hablado. A las dos semanas de estar entrenando me empezó a dar ansiedad»
Intenté no darle importancia, pero se fue agravando, hasta que un día de camino a entrenar dirección sur, por la parte de Erjos, me dio una crisis muy fuerte por lo que tuve que ir al hospital. A partir de ahí no pude continuar en el equipo, algo que me ha tenido apartado del CD Marino.
«Club al que doy las gracias ya que desde primer momento se han preocupado por mí. A día de hoy sigo estando en el grupo y me han hecho sentir que sigo siendo parte del equipo».
¿Es la primera vez que te ocurre?
La segunda vez, la primera fue siendo muy joven, con el divorcio de mis padres, me dejé llevar por la situación y me empezaron los primeros episodios de ansiedad. Con el tiempo todo fue mejorando, me pusieron tratamiento y poco a poco, remonté. En este caso se volvió a reproducir al quitarme el tratamiento mi médico de cabecera. Al cabo de seis meses fue cuando recaí de nuevo y del que ahora estoy casi recuperado.
¿Qué sensaciones tuviste cuando notaste que algo no iba bien?
Las mismas de la otra vez; nervios, asustado y con deficiencia para la concentración.
¿Cuánto tiempo llevas en esta situación y cuál ha sido el proceso que has llevado en la enfermedad?
Unos nueve meses, el proceso no ha sido nada fácil, me volvieron a recetar las pastillas anteriores y con ayuda de un psicólogo he ido mejorando y aprendiendo a llevar la situación y volviendo a ser el que era.
¿Cómo te encuentras actualmente?
Mucho mejor, ya no me han dado hace mucho los brotes de ansiedad y estoy controlando toda esta situación, muy contento por la mejoría.
No has escondido tu problema ¿Considerabas necesario que se supiera?
No lo he escondido, consideraba que mi club merecía saber la verdad, sin excepción.
«También pienso que si conocen a una persona que esté pasando por un momento similar, mi situación los puede ayudar».
¿En qué medida el apoyo de quienes lo sabían te ha ayudado?
La mayor ayuda en este caso han sido los amigos, en concreto uno que pasó por lo mismo, me llevó a muchos sitios y me dio muchos consejos para aprender a llevar la situación.
¿Cuándo volveremos a ver al Gerardo que animaba todos los vestuarios por los que pasaba y era el que hacía grupo dentro del mismo con su carácter extrovertido y sus ocurrencias?
Desde que vuelva a una caseta volveré a ser el mismo, lo que tengo muy claro es que tenemos que disfrutar la vida, que es bastante bonita como para perder tiempo parándote a pensar en cosas del pasado y atormentándote de ello.
¿Echas de menos el fútbol y los equipos del sur de Tenerife dónde has competido en las últimas temporadas?
Echo de menos sentirme útil, ser el chico risueño que solía ser dentro de los terrenos de juego y dejarlo todo por el equipo. El fútbol es un aliciente vitalicio para mí y no es que lo eche de menos, es que siento que me falta algo y es prácticamente la unión de una caseta y la felicidad de la pelota.
¿Pensar que tienes más cerca volver a jugar alivia los malos momentos?
No, lo malos momentos siempre van a estar, en la vida hay que aprender de todo. Y de ellos se aprende más que de los buenos, saliendo reforzado así para aprovechar todo lo bueno que venga.
¿Has podido seguir algún partido y cómo ves la tercera y la temporada del Marino?
He podido seguir muchos partidos, aunque he estado un poco apartado. La tercera este año estaba siendo una de las más bonitas, por debajo y por encima.
«En cuanto al CD Marino, la temporada ha sido magnífica, desde la presidencia hasta el utillero, todos han cumplido con su trabajo y a gran nivel».
Se ha planteado una temporada muy buena en la que fue un acierto los fichajes realizados por el club. Llevado de la mano de Kiko de Diego, quien ha sabido manejar todo ese proyecto consiguiendo casi en todas las jornadas ser el primero de esta categoría tan complicada.
Dos de tus equipos, el de tu casa, Atlético Victoria y del que formas parte, Marino, tienen posibilidades de ascenso, a expensas de lo que pueda suceder con el final o no de competición ¿Contento por ambas posibilidades y las esperabas?
Contento no, contentísimo… Ver al equipo donde crecí como futbolista, llevado por la mano de Patricio de Ara, tener tan cerca del objetivo que se quería, es un gran privilegio.
«Ver al pueblo con esas ganas de ver al equipo en la máxima categoría de Canarias, me hace sentir orgulloso de ser victoriero».
Respecto al CD Marino, me satisface por el hecho que nadie daba nada por el equipo a principio de temporada y con esfuerzo, buen trabajo y un gran grupo de jugadores han sido capaz de meterle miedo a todos los equipos y reivindicarse contra todas esas personas que al principio de temporada te animaban a que no ficharas en el club por si iban a llevar las gestiones mal.
«Así que estoy muy contento de que se callaran bocas, desde el minuto uno de la competición hasta el parón futbolístico por el covid-19, siendo uno de los tres mejores equipos de la competición en cada una de las jornadas».
¿Has tenido oportunidad de salir a jugar fuera ¿Por qué no se han dado? ¿Te cuesta marcharte de la isla?
Pues probablemente sea por mis miedos y sinceramente muy pocas veces he estado preparado para estar fuera. Soy una persona que siempre ha necesitado de alguien cercano para coger fuerza, pero volvería a intentarlo, el fútbol puede con todo.
Pedro Pérez Camacho,
ElDeportivo.es