La 19-20, seguramente no salió como Braulio de León hubiera deseado. Los vaivenes del fútbol le depararon dos situaciones no agradables en cuanto a su finalización. Pero eso no es obstáculo para que vuelva a querer afrontar la próxima haciendo lo que más le gusta, volver a entrenar.
Ahora se encuentra a la espera de posibles proyectos en los que pueda embarcarse nuevamente, sin desdeñar cualquier posibilidad que le pudiera salir, incluso fuera de su casa.
- Mientras tanto no deja de continuar adquiriendo conocimientos que le permitan seguir mejorando y que le ayuden a abrir puertas en el complicado mundo de los banquillos.
¿Cómo se encuentra y cómo ha llevado Braulio de León y su entorno toda la problemática generada por el coronavirus?
En mi familia nos encontramos bien. En esta situación lo principal es tener salud y tanto yo como los míos la tenemos.
A nivel personal y debido a razones laborales mías y de mi mujer, me ha tocado estar en casa desde el 13 de Marzo con nuestro hijo Pablo, realizando todas las labores que conlleva un niño de esa edad.
«Siempre hay que sacar el lado positivo de lo que te toca vivir y yo, por ejemplo, agradezco todo el tiempo que estoy pasando con él».
Además he aprovechado para mejorar mi inglés formándome online con la Universidad de La Laguna y he estado viendo diversas ponencias en las redes sociales, para actualizar conocimientos sobre el fútbol.
Dispuesto a ver cómo arranca una nueva temporada, según como las circunstancias lo permitan
¿Crees que cambiará mucho la forma en qué vemos el fútbol actualmente en cuánto a forma de competición y otros aspectos del entorno?
Partiendo de que lo principal es la salud de todos y que las nuevas normas que decidan van encaminadas a que no ocurran casos que nos hagan volver hacia atrás.
Sí creo que las competiciones van a cambiar en cuanto a estructura de categorías, duración de las mismas y especialmente en cuanto a sentir el día a día, ya que sin público o con restricciones en las gradas, la esencia del fútbol se limitará bastante.
«Pero repito que son decisiones dirigidas a salvaguardar nuestra salud y habrá que aceptarlas».
La pasada campaña no fue un buen año, con dos experiencias que no concluyeron de la forma esperada ¿Aprendizaje o decepciones? ¿Cambiarías cosas en alguna de esas dos etapas?
Fueron dos situaciones distintas.
En la primera mi cuerpo técnico (Navarro e Iván) y yo acudimos a un lugar con muchísima ilusión, pero diferentes situaciones vividas nos llevaron a tomar la decisión de marcharnos. Agradezco enormemente cómo nos trataron y la facilidad que nos dieron para trabajar en todo momento.
A el AUGüímar llegué para ayudar, personalmente creo que realicé un buen trabajo. Los resultados mejoraron en un principio y las sesiones de entrenamientos fueron muy completas.
«Desde mi llegada encontré un club muy serio, con mucha gente que ayuda y un sentimiento muy grande hacia el Güímar».
Tienen una buena estructura, es fácil trabajar allí. Adonay decidió marcharse en un momento determinado y cómo él fue quien me llamó para ir al equipo, pues tomé la decisión de irme, al igual que el resto del cuerpo técnico. Debo dar las gracias al presidente, Carlos Romero, por el trato que me ofreció desde que llegué, al igual que a; Pedro, Alexis, Manuel, Roberto y al resto de personas que componen el club.
¿Qué tienes pensado de cara a la próxima temporada o qué te gustaría que sucediera?
Como todo entrenador quiero entrenar porque lo llevo haciendo desde hace veintitrés años, pero también entiendo que las circunstancias de esta próxima temporada serán especiales y va a ser complicado, pero mi ilusión es entrenar.
Aunque todavía quizás es pronto ¿Te ha llegado algún ofrecimiento para entrenar o se han puesto en contacto contigo?
Aunque estamos en mayo, aún se están definiendo diferentes aspectos del próximo año y no se han dado muchos movimientos en cuanto a fichajes de entrenadores y jugadores. Pero a día de hoy no me ha llamado ningún club.
¿Y si llegara algo de fuera de la isla?
Bienvenido sea. A mediados de temporada estuve entre las opciones de fichar en un equipo de segunda b de la Comunidad de Madrid y tenía decidido marcharme.
«Salir fuera sería una oportunidad que no podría dejar escapar»
Son oportunidades que no se pueden dejar escapar porque pueden abrirte muchos caminos. Tengo los casos directos de buenos amigos como; Javier Rabanal, Idafe Pérez y Adolfo Rodríguez, que me demuestran que salir a entrenar fuera es importante. Pero lo fundamental es que estés capacitado para ello y ellos tres lo están de sobra.
¿El «vicio» del fútbol qué es capaz de dejar atrás?
Pues quien se dedica a esto, sabe que deja mucho atrás: familia, amistades, tiempo personal. Pero hablando de mi caso tengo que decir que lo haces sin pensar porque lo que pretendes es ser lo más profesional posible estés donde estés y eso sólo es posible si le dedicas tiempo.
¿Compaginar familia, trabajo y fútbol es fácil?
No es sencillo. Hubo un momento de la temporada en que salía de casa a las ocho de la mañana para llevar a Pablo al colegio y regresaba a las once de la noche. Entre medio un trabajo, almorzar fuera, ir al otro trabajo, entrenar a las ocho de la noche…
«Cada uno tiene su situación personal, pero el no poder ver a tu mujer e hijo es difícil».
Sin la ayuda y comprensión de la persona que tienes al lado tuyo es francamente complicado hacerlo. Cada uno sabe el sacrificio que hace para realizar lo que le gusta.
Se ha creado el Sindicato de Entrenadores/as de España(Sienpre) del que formas parte ¿Con qué función se crea y qué papel desempeñas dentro del mismo?
El sindicato se creó a finales del año pasado.
«Su objetivo es claro: defender los derechos de todos los entrenadores de España y unificar a nuestro colectivo».
Mi función es ser delegado del sindicato en las Islas Canarias, en la parte del fútbol masculino. Tengo que informar a los de las islas, conseguir afiliados y ayudar en todo lo que pueda al sindicato.
«Todos están trabajando muchísimo y seguro que este proyecto va a lograr algo muy bueno para el colectivo».
Fui varios años asambleísta del comité de entrenadores con D. Fernando Cova y siempre he querido ayudar a todos los compañeros. Quién me conoce de verdad lo sabe y la forma en la que he actuado en los distintos equipos dónde he estado lo demuestra.
¿A quién tiene que agradecer Braulio de León cosas en el fútbol?
Si tengo que agradecerle a alguien el meterme «el gusanillo» del fútbol es a Claudio Bonilla, una persona muy especial para mí. Fui jugador suyo con 13-14 años y a partir de ahí descubrí que su pasión por este deporte quería sentirla yo también. Por él quise hacerme entrenador.
Por otro lado también tengo que dar las gracias a las personas de mí día a día: mi mujer Sandra, mi hijo, mis amistades, mi familia, los cuales están conmigo en todos los momentos que el fútbol me hace vivir.
¿Quién ha sido tu mejor maestro?
El entrenador que más me marcó en cuanto a gestión de vestuario y conocimientos fue Valentín Jorge «Robi», con el que trabajé de segundo entrenador en el Esperanza en Tercera División.
Luego he tenido el placer de trabajar en mis primeros años con Martín Marrero, José Antonio Barrios, Antonio González u Oscar Pérez, que poco tengo que decir de ellos como conocedores y profesionales de este deporte.
Pedro Pérez Camacho,
ElDeportivo.es