Costó diez temporadas romper la hegemonía de la UD Las Palmas en la División de Honor Juvenil, y lo hizo el CD Tenerife de la mano de Cristo Marrero, realizando una campaña muy buena en la que solo una derrota en la primera jornada ante el Acodetti fue su único lunar, de resto, a falta de la última, cuatro empates, acumulando veintiocho jornadas sin perder.
El artífice de este logro es el míster, Cristo Marrero, un técnico que sigue transmitiendo, esta vez desde el banquillo, la garra e intensidad que le sirvió para convertirse en un «santo y seña» del tinerfeñismo en su etapa como jugador.
Eso le permite sacar el máximo partido a unos jugadores que no pierden ni por un momento ese plus que les llega desde el área técnica. Como muestra los puntos logrados en esos tramos de encuentro en los que se decide todo, los últimos minutos.
Cristo además está muy bien rodeado por un cuerpo técnico que en todo momento son el punto de apoyo en el que se refugia cuando los necesita.

Ya la temporada pasada se rozó el logro pero mínimos detalles decantaron la balanza a favor de los amarillos, realizando posteriormente un gran papel en la copa de campeones en la que entró como el segundo mejor clasificado de todos los grupos, eliminado en cuartos al Athletic de Bilbao para caer en semifinales ante el Atlético de Madrid.
En esta y tras un comienzo con algunas dudas, al concluir la segunda jornada solo había sumado un punto, la situación fue cambiando y el equipo siguió una línea ascendente para aprovechar los tropiezos de su rival como lo demuestran unos números muy buenos, a falta de la última jornada, precisamente ante la UD, son los más realizadores y los segundos menos goleados.
Este éxito conlleva el remplazo de aquel juvenil de la 08-09 con Rodrí Díaz al frente del banquillo y que realizó una campaña inmaculada, culminándola sin una sola derrota y seis empates. Además se metió en semifinales de la copa del rey de juveniles, dejando por el camino al Real Madrid y al Deportivo de La Coruña para caer en la penúltima ronda ante el Sevilla.
En la copa de campeones también compitió a gran nivel ante las mejores canteras del país, empatando con el Athletic de Bilbao y perdiendo por la mínima ante el FC Barcelona que al final se proclamó campeón.
De esa generación de jugadores muchos probaron y siguen probando el profesionalismo, con un caso que destaca por encima de todos, Bruno González, actual jugador del Getafe y que anteriormente defendió la camiseta de la primera plantilla del Betis y CD Tenerife, a sus espaldas una amplia trayectoria en la máxima categoría y dos ascensos en su haber, a segunda con los tinerfeños y a primera con los béticos.

Junto a Bruno también tuvieron y tienen ese privilegio; el guardameta Roberto, Ayoze Placeres, Abel, Jesús Álvaro, Sandro, Germán, Niels y el otro portero de la plantilla, Dani Mederos, los cinco primeros debutaron con el CD Tenerife en segunda división, Niels lo hizo en el fútbol belga y Dani Mederos en Noruega.
Ahora los Aythami García, Víctor, Diego, Ricardo, Thierno, Guti, David, Borja… y así un amplio etcétera de jugadores, intentarán seguir consiguiendo logros para el primer juvenil del CD Tenerife y llegar o superar lo hecho por esa buena generación de jugadores de la 08-09.
Pedro Pérez Camacho,
ElDeportivo.es