Dos entrenadores que se jugaban un ascenso a un partido. Dos entrenadores que a una carta, dilucidaban una temporada en noventa minutos, en los que sólo podía haber un ganador. Al final fue Cristo Marrero y su Tenerife C, el que se llevó el premio.
No por ello hay que desmerecer la gran campaña de David Marrero «Tajao» y su I’Gara, que tendrán un regalo en forma de participación en la eliminatoria de la Copa del Rey.
Lo que nos queda de esto, junto a lo vivido en la ciudad deportiva Javier Pérez, es el abrazo a la conclusión entre los dos técnicos. Reconocimiento mutuo y deportividad en un simple gesto, que engrandece todavía más la figura de estos dos deportistas.