Transcurría la mitad del primer periodo cuando Yosi al hacer un apoyo en el suelo sintió un chasquido en su rodilla izquierda. Desde el primer momento el jugador del Atlético Tacoronte se dio cuenta de la importancia de lo que había ocurrido y rápidamente fue atendido por sus compañeros y jugadores del Tamaraceite, que se preocuparon por el estado del jugador.
Lo que viene después es lo que hay que intentar comprender, ya que no tiene fácil comprensión.
Tras más de una hora esperando por una ambulancia al final tuvo que ser trasladado a un centro sanitario por sus propios padres, quienes una vez avisados llegaron al terreno de juego preocupados por el estado de su hijo.
Por medio, múltiples llamadas para que el traslado sanitario se hiciera sin que hicieran acto de presencia, además de tener que dar muchas explicaciones de la necesidad de esa ambulancia, obviando que por medio está la salud de una persona, en este caso un deportista que ejerciendo su deporte sufrió este percance.
Una vez en el centro sanitario no se le han podido realizar las pertinentes pruebas hasta que le remita la inflamación que presenta en su rodilla izquierda, las mismas se las realizarán en los próximos días.
A quién le corresponda solucionar estas situaciones debe hacerlo y evitar que vuelvan a repetirse. Dentro de la gravedad de la lesión, no fue ninguna de importancia vital y ahí queda la pregunta.
¿Qué hubiera pasado si la situación hubiera sido de otra gravedad?
Pedro Pérez Camacho,
ElDeportivo.es