No son buenos momentos los que vive la UD Villa Santa Brígida en lo deportivo. Al que el cambio de técnico no le ha aportado de momento el revulsivo que buscaba, solo consiguiendo un empate en las tres jornadas que el nuevo entrenador, Claudio Morera, lleva con los satauteños.
A esto hay que añadirle la dimisión del director deportivo, Miguel Labrador y la del secretario técnico del club, Carlos Ballesteros, conocidas desde hace una semana, provocando una situación todavía más difícil para la entidad que debe ahora buscar los encargados de sustituirles en esas parcelas.
En varias etapas ha estado Miguel Labrador en el conjunto de Los Olivos, abandonando al final de la 16-17 el cargo que ocupaba, el mismo que hasta ahora, al que había llegado en la 15-16, viviendo uno de los mejores momentos de la entidad con el título liguero de la tercera división con Israel Quintana como máximo responsable técnico, estando a unos pocos minutos de lograr el ascenso a segunda b en su eliminatoria ante el San Sebastián de los Reyes.
Tras un paréntesis de una campaña fuera al inicio de la pasada, 18-19, volvió a ocupar ese puesto, en el que continuó hasta la pasada semana en la que presentó la dimisión junto a Ballesteros, en un conjunto muy tocado con la marcha de casi toda la plantilla, incluido el técnico de las últimas temporadas, Israel Quintana. Antes de llegar al Villa Labrador ejerció esas mismas funciones en el Unión Viera.
Ahora le queda por delante una complicada tarea al presidente Hilarión Rodríguez, para intentar que el club vuelva a tener la estabilidad necesaria en el ámbito deportivo.
Pedro Pérez Camacho
