Lo vivido esta temporada con el CD Sauzal nos ha hecho a todos volver a enamorarnos del fútbol. Los azulillos empezaron la campaña en una categoría donde a pesar de la plantilla que se había logrado reunir alrededor de Adrián Albéniz y su cuerpo técnico, casi nadie contaba con ellos para estar arriba. Y decimos casi nadie porque aparte del propio Sauzal, pocos eran los que pensaban que estarían luchando hasta el partido final de la temporada por conseguir el ascenso a Tercera RFEF.
Pudo quedarse fuera al final de la liga regular, como también pudo clasificarse como segundo, aunque finalmente tuvo que conformarse con un más que merecido cuarto puesto, tras luchar contra los “grandes” del grupo.
Los sauzaleros demostraron durante el curso que eran un equipo que luchaba cada balón hasta el final, como si fuera el último, como si no hubiera un mañana. Esa actitud y la unión de todos, jugadores, técnicos, directiva y aficionados llevaron al equipo a rellenar las páginas más bonitas de su historia jornada a jornada.
En La Victoria, un palo en el último segundo se interpuso en el sueño. En Fuerteventura, el peor partido de la temporada terminó despertándonos a todos.
Hoy terminó un sueño del que los aficionados al fútbol no queremos despertarnos. Queremos seguir soñando con balones, gradas y campos pintados de azul, Queremos seguir soñando con alegrías, goles, sonrisas y lágrimas de felicidad. El CD Sauzal ha empezado a escribir ese sueño que tarde o temprano se hará realidad. De momento ya tienen una recompensa, jugar la próxima edición de la Copa de SM El rey, que no es poco.
Pero como en los cuentos de hadas, el verdadero final no ha llegado. El Sauzal tiene aún muchas páginas en blanco para seguir llenándolas de bonitos recuerdos y realidades. El futuro no está escrito, sólo los protagonistas pueden hacerlo.
Gracias por hacernos disfrutar del fútbol, gracias por devolvernos la ilusión y por hacernos soñar a lo grande.