Le costó a la UD Realejos volver a la categoría preferente, en concreto seis temporadas, tras perder la misma allá por finales de la 14-15. Por medio un camino en el que el deambular por la primera regional tuvo sus altos y bajos, sin culminar ninguno de ellos con el ansiado retorno a la que ahora ha logrado ascender.
La 13-14 y la posterior, fueron dos años difíciles y complicados para los de Los Príncipes. Dos descensos consecutivos los arrastraron desde la tercera, hasta muy por debajo de donde deberían estar por historia. No en vano los realejeros llegaron a competir en segunda b, hasta en tres ocasiones, aparte de las más de veinte que lo hizo en tercera.
A esa situación deportiva se le unió la mala económica, llegando a estar a unas pocas horas de firmar su sentencia de desaparición. Pero en el último momento, un pequeño grupo de incondicionales del club apostó por evitar algo que parecía irremediable y dejar huérfano al municipio de su referente. Y lo consiguieron, poniendo la primera piedra para el resurgir futuro con la salvación de muchos años de historia, aminorando también en gran cuantía la deuda que arrastraba la entidad.
En el terreno de juego no corrió la misma suerte, ya que una y otra vez se estrellaba con el asalto al escalón superior. Como por ejemplo ocurrió en la 15-16 en la promoción con el Isora de El Hierro, que en la final por subir acabó con las ilusiones de la UD Realejos, cuando lo tenía todo a favor para lograrlo al disputar el partido decisivo en su terreno de juego.
En esta temporada que aún está por cerrarse y de la mano de Alexis Jerez, Los Príncipes por fin vuelven a recuperar parte de lo que se habían dejado atrás. Aunque de entrada el técnico de este ascenso no iba a ser él quien rigiera los destinos del equipo. Unos problemas personales de José Antonio “Machete”, le llevaron a la decisión de renunciar a su puesto, por lo que los dirigentes realejeros se tuvieron que poner manos a la obra en busca de su sustituto, que no fue otro que el mencionado, Alexis Jerez, bien secundado por todo su cuerpo técnico y el compromiso de los futbolistas que forman parte del plantel. Contando en todo momento con el respaldo de una junta directiva, que hizo lo imposible para que la singladura de esta competición liguera llegara a buen puerto.
Costó arrancar con una derrota en el primer encuentro, pero a partir de ahí y salvo un empate ante el Frontera en El Hierro, el resto se tradujo en triunfos. Hasta que a la vuelta del largo parón y con la lógica pérdida de sensaciones competitivas, les costó algo retomar el ritmo que tenían meses antes.
Pero supieron adaptarse y encontrar el punto de tranquilidad y adaptación para gestionar la situación y así de paso solventar los problemas que se iban encontrando por el camino, para al final y sabiendo gestionar el margen del que disponían, lograr el ansiado y soñado retorno a la regional preferente. Por medio, una nueva derrota y un nuevo empate, fueron sus únicos tropiezos, dados por buenos, ya que se pudo lograr un ascenso que certificaron con su triunfo en el derbi municipal en su visita al Palo Blanco y que terminó con el triunfo por un gol a dos de los de Los Príncipes.
- Ahora a seguir pensando en recuperar el prestigio y nivel que tuvieron en épocas no muy lejanas. Para lo cual se deberán sentar y planificar lo que les vendrá por delante, sin ir muy lejos, de cara a la próxima 21-22.
Pedro Pérez Camacho,
ElDeportivo.es
