La peor cara del fútbol se vuelve a presentar

Había finalizado el encuentro de la tercera división entre el Gran Tarajal y el Villa de Santa Brígida, cuando a un mal llamado espectador, no se le ocurrió otra cosa que saltar al terreno de juego para agredir al colegiado del encuentro, Aitor Ramírez Ramos y a uno de sus asistentes, Melchor Lago Rodríguez. Para luego tan tranquilamente como hizo tan reprochable acto, abandonar las instalaciones deportivas.

Por detrás dejó un puñetazo en la cara del árbitro y una patada a su asistente. Lamentable actitud de alguien que tiene la violencia como argumento, para realizar sus actos.

Temporada tras temporada, este es un hecho recurrente que parece que ha venido a menos, pero que de vez en cuando sigue apareciendo y manifestándose en el mundo del deporte, en este caso en concreto del fútbol, además de en muchas ocasiones de la sociedad actual.

Hasta el momento en el que no se tomen las medidas oportunas que hagan pensarse a este tipo de personas sus actos, esto seguirá ocurriendo una y otra vez. Esas medidas deben ser sanciones, de cualquier tipo, penal, económicas, etc…, que deben ser duras y proporcionales al hecho cometido.

Al final del encuentro los dos agredidos se personaron en un centro sanitario para evaluar las lesiones de ambos y acompañar esa documentación ante la denuncia presentada contra el agresor. Quien tiempo más tarde se personó nuevamente en el terreno de juego, para disculparse por su actitud, en un arrepentimiento tardío ante la salvajada cometida.

  • Desde eldeportivo.es toda nuestra solidaridad y apoyo a Aitor Ramírez Ramos y Melchor Lago Rodríguez. 

Y transmitir un deseo general:

«No más violencia en el fútbol»

Pedro Pérez Camacho,
ElDeportivo.es