«Todavía hay posibilidades de permanencia para el Valle Frontera»

Kike Domínguez Padilla, a sus recién veinte años cumplidos ya acumula muchas experiencias dentro del fútbol.

  • Empezó en el benjamín de la UD Chumberas para luego pasar al Padre Anchieta. Desde alevines hasta juvenil de primer año defendió la camiseta del máximo representativo provincial, el CD Tenerife.

A partir de ahí sigue su carrera en el Juventud Laguna en división de honor: «Para mí ese primer año con ellos es de momento la mejor temporada de mi vida».

Ya en su última temporada de juveniles la empezó con el equipo lagunero, dos meses, para marcharse al Santiago de Compostela CF. «Fue una experiencia increíble, ahí tuve la oportunidad de jugar contra equipos y jugadores que forman la élite del fútbol español» recuerda de esa campaña en tierras gallegas.

Una vez concluida la última de las etapas formativas da el salto a la categoría regional. Las tierras gallegas lo ven seguir compitiendo, esta vez en el CF Agrupación Estudiantil de Galicia, de la categoría preferente, para luego volver a Tenerife y estar unos meses en el Atlético Granadilla y acabar recalando ahora en el Valle Frontera.

Por medio una experiencia fuera de nuestras fronteras que no se acabó concretando.

«A través de un agente me llegó la posibilidad de probar en el UE Santa Coloma, de la primera división de Andorra, pero al final no se llevó a cabo por cuestiones externas a mí». Esa opción la sigue teniendo en mente: «Sigo manteniendo el contacto con ellos y ojalá se pueda dar cuando acabe esta temporada».

Esas etapas futbolísticas le han dado para poder comprobar los diferentes estilos de juego de cada uno de los sitios por los que ha pasado.

«El nivel técnico y de calidad del fútbol canario es muy bueno, diferente al gallego, mucho más de fuerza, segundas jugadas, más rudo, aunque también tiene algo de calidad. Lo que más me sorprendió de Galicia es que todos quieren ser futbolistas, son muy profesionales con todas las consecuencias, aquí en Canarias eso no ocurre» 

Su última y corta experiencia fue fuera de España. «De lo poco que vi, Andorra ya era otro nivel, hay muchos jugadores que habían sido profesionales en otras ligas como la española, por lo que superaba al fútbol de Canarias o Galicia».

En esta temporada la comenzó en el Atlético Granadilla, en la regional preferente. Así recuerda su paso por el club:

«Es un equipo fantástico, pero personalmente no tenía buenas sensaciones con mi juego, independientemente del entrenador y el grupo que es muy bueno, no tomé una buena decisión fichando allí».

Luego le llega la opción de fichar por el Valle Frontera de la misma categoría, con el equipo inmerso en la zona de descenso. «Para mí con la plantilla que hay no se merece estar en esta situación. Tenemos buenos jugadores que nos pueden dar muchísimo para intentar salir de ahí. Toda esto es nuevo para mí, es la primera vez que me encuentro en estas circunstancias».

Prosigue: “De esto seguro que todos sacaremos aprendizaje, tanto el club, el míster y por supuesto nosotros los jugadores”.

En cuanto a la regional preferente tiene su visión personal: «Es mucho más competitiva de lo que esperaba, me ha sorprendido el nivel que hay».

La situación de su equipo la ve así: «Intento ser positivo y hasta que la pérdida de categoría no sea matemática, si se llega a producir, siempre lo veré con posibilidades de lograr salir de abajo».

Como jugador Kike se define de la siguiente manera:

«Me considero un jugador con mucha personalidad, donde me encuentro más cómodo es de defensa central pero también puedo hacerlo en el medio campo. Soy un central al que le gusta sacar el balón desde atrás, pero más allá de las características personales yo no soy siempre de la misma manera. Para mi un buen jugador no es el que tiene tres cosas buenas, para mí un buen jugador es el que se sabe adaptar a cada situación todos los fines de semanas con los diferentes rivales que se encuentra delante».

Y tiene sus similitudes en el fútbol profesional; «Sería un jugador del estilo de Umtiti u Otamendi».

En cuanto al técnico de los herreños, José Luis Díaz Herrera, que llegó en sustitución de William Morales, piensa esto:

«Nos aporta cosas buenas, de todos los entrenadores y de todas la situaciones siempre se aprende algo».

Ahora la situación a vuelto a cambiar y William Morales se vuelve a hacer cargo del club para lo que resta de temporada, tras la dimisión de José Luis Díaz Herrera.

Margen queda por delante para que el Valle Frontera pueda revertir la situación y tiempo también queda para que Kike Domínguez Padilla pueda seguir creciendo en el mundo del fútbol.

Pedro Pérez Camacho,
ElDeportivo.es