Ayoze Labrador, “No me veo en otro sitio”

Ayoze Labrador, “No me veo en otro sitio”.

Ayoze Labrador Martín, 25 años, comenzará en pocas semanas otra temporada más en el club de casi toda su vida, la U.D. Cruz Santa, con la intención de poder seguir disfrutando de su pasión, el fútbol. No importándole hacer los sacrificios que tiene que realizar diariamente para poder compaginarlo con su trabajo y su vida personal.

  • La polivalencia es una de sus mejores virtudes, ya que se puede adaptar a varias posiciones sobre el terreno de juego y siempre dando todo de sí para conseguir su mejor rendimiento.

Para ir elevando su nivel no deja de ser un gran observador de todo lo que le rodea, desde dentro y desde fuera del terreno de juego, algo que le ha servido para ir creciendo en sus prestaciones tanto personales como al conjunto.

Desde muy pequeño comenzó a jugar al fútbol y desde ese momento, los tres años, no ha dejado de hacerlo, buscando el tiempo y las horas de donde no las hay para seguir adelante con ello. Así recuerda la que ha sido toda su trayectoria:

«Empecé en La Perdoma al no haber equipo para esa edad, tres años, en la Cruz Santa, ahí estuve dos pero sin competir, solo entrenando. Luego ya si se hizo un prebenjamín en mi barrio y a partir de ahí estuve hasta el primer año infantil, en el que me fui al Realejos hasta concluir juveniles, con un momento malo en el primero de cadetes por una lesión de rodilla por la que estuve parado casi toda la temporada. Volví cedido una campaña por medio de la etapa de juvenil otra vez al Cruz Santa, fueron años en los que salí muy satisfecho de lo que había hecho con buenas temporadas y algún momento malo como el de la lesión. Ya en regionales, siempre he estado con el Cruz Santa, con etapas inolvidables, como los dos ascensos consecutivos que nos llevaron hasta tercera».

En su memoria conserva guardados recuerdos de sus comienzos en el equipo de su barrio y de lo que le ha aportado este deporte:

«Recuerdo ese campo de tierra, lleno de padres y madres que son muy importantes por la educación, disciplina y valores que nos dan, que se pueden también encontrar en el fútbol. La aceptación de ellos a lo que decía el entrenador era importante. El deporte es salud con el añadido de esos elementos que comenté antes  y te marca un estilo de vida y trabajo que te ayudará mucho en el futuro».

De esa niñez y de su cabeza siguen brotando momentos:

«Mis inicios fueron de portero y haciendo montañas de arena cuando el otro equipo defendía(risas), para luego pasar a jugador de campo. Me viene a la mente un gol que salvé de chilena sobre la línea, dando el balón en el larguero y saliendo fuera, pero mi memoria no es muy grande, no tengo mucha(risas)».

Ayoze Martín: queríamos disfrutar del fútbol.

«Lo mejor de todo es que disfrutábamos mucho del fútbol, íbamos mentalizados para disfrutar y divertirnos».

En la próxima temporada, 19-20, seguirá con los de La Suerte, al haber renovado una campaña más.

«Lo tenía muy claro y desde que hablaron conmigo les dije que sí. No me veo en otro sitio, salvo que exista una gran oferta. Tengo mucha ilusión por empezar ya y poder dar todo, ahora mi situación laboral ha cambiado lo que si me va a permitir entrenar con normalidad, poder jugar y tener una continuidad que hasta ahora no podía, algo que me ha costado disponer de muchos minutos en las anteriores».

Esa nueva liga, ya cercana, la ve con la siguiente perspectiva.

«Espero hacer una buena temporada y lograr el primer objetivo, la permanencia. A partir de ahí lo que vaya llegando con el paso de las jornadas, eso sí y teniendo muy claro que hay que dejar el nombre del club lo más alto posible y competir hasta el final».

La UD Cruz Santa es una piña, un bloque en el que todos reman en la misma dirección, fidelidad y sentimiento hacia unos colores es la seña de bastantes jugadores que llevan mucho tiempo en el equipo. Esta es la razón por la que Ayoze cree que todo eso es posible:

«Comodidad, cercanía, sentir los colores, conoces a todo el mundo, a los aficionados, es algo que solo se vive allí. Te preguntan, te animan, saben cómo vamos y eso nos mantiene vivos, ese cariño que le tenemos. La gran mayoría nos hemos criado futbolísticamente en ese campo y esas cosas las tratamos de inculcar al que viene de fuera».

La Suerte es uno de esos campos en los que siempre hay una buena asistencia de público y nadie mejor para opinar sobre ello que alguien que lleva tanto tiempo en ese sitio:

«La cercanía que tenemos con los aficionados como te dije anteriormente, con los niños de la base, a los que yo y muchos de mis compañeros entrenamos o hemos entrenado, eso lo hace todo más sencillo. Estas últimos temporadas ha sido más fácil por las buenas clasificaciones, incluso en los malos momentos como el descenso de tercera hicieron lo mismo”.

Y concluye con la que cree que es la causa:

«El fútbol en la Cruz Santa es tradición y se anima desde muy cerca, esa la clave».

En todas estos años hay un momento que recordará:

«El ascenso a tercera, no solo por eso y lo que significaba, también por la gente que nos acompañaba y estar el último mes, el de las eliminatorias, pendientes de nosotros todo el rato, la atención que recibíamos, fueron dos ascensos consecutivos. El estado anímico y la continuidad que tuvimos nos marcó ese camino, esa dinámica, esa química entre todo lo que englobaba al equipo ayudaba a luchar en cada partido e ir sacando adelante los objetivos que iban apareciendo».

También hay situaciones que no han sido agradables:

«No tengo ninguna en particular, quizás la lesión que tuve cuando era cadete. Ya más reciente también la falta de continuidad de estas últimas temporadas que no me han dejado demostrar todo lo que puedo dar, además el no poder ayudar a mis compañeros. Todo esto resintió mi confianza y provocó frustración por no poder demostrar todo lo que podría haber dado».

Esta nueva temporada trae un proceso de cambios en el Cruz Santa con la marcha del técnico de las últimas tres, Antonio Luis, junto a la de algunos de sus compañeros con los que había compartido vestuario durante mucho tiempo.

«Será difícil adaptarnos a un nuevo entrenador tras la etapa con él, a los que tengo que añadir otro más en juveniles en la que también lo fue. Ahora llega Damián López al que conozco de mi paso por el Realejos en el que fue mi míster, será complicado al estar adaptados a una dinámica de trabajo y juego automatizados.»

Nos adaptaremos a los cambios, pues traen cosas buenas.

«Pero los cambios se dice que son buenos e intentar afrontarlos de la mejor forma posible, siendo críticos e intentando mejorar, luego las cosas saldrán o no, con ese gen que tenemos en la Cruz Santa y que nos hará luchar hasta el final por los objetivos que vayan apareciendo».

Así se ve como jugador y lo que ha hecho y hace para intentar sacar el máximo rendimiento posible:

«Puedo adaptarme a varias posiciones por mi forma de ver lo mejor de cada jugador. Otra de las cosas que me ha ayudado son las temporadas que estuve de entrenador en la base, aprendí mucho, las posiciones y sus funciones en los sistemas. En cualquiera de esas ubicaciones me puede salir mejor o peor, aunque a veces las capacidades físicas te limitan.»

«Donde mejor me siento es en el medio del campo, siempre con un compañero que cubra mis defectos y yo los suyos, así entre los dos podemos explotar nuestras virtudes.»

«Me gusta abarcar campo y estar en todos lados, soy un jugador de correr y bregar que está cómodo en los partidos físicos, algo a lo que estamos acostumbrados en nuestro equipo. De central tampoco me disgusta, pero me adapto a lo que me diga el entrenador e intentando siempre hacerlo lo mejor que puedo».

Una nueva Regional Preferente comienza en unas semanas, aun sin poder haber visto a sus rivales y solo por plantillas e historia nos da su visión de la misma.

«A priori muy igualada con equipos con grandes planteles y mucha historia. El Atlético Victoria es un claro candidato al primer puesto, algo de lo que estuvo cerca la pasada y este año ha incrementado el nivel, de todas formas la liga hay que jugarla, todos y cada uno de los partidos. Las Zocas puede ser otro, un recién descendido que aportará juego, veteranía y guerra en busca del ascenso o la liguilla. Del norte el Icodense es otro de los que podría estar ahí, conozco muy bien al entrenador y algunos de mis compañeros que han ido con él, a los que hay que añadir los buenos jugadores con los que ya contaba. El Orotava por historia, campo, instalaciones podría meterse en ese grupo, siempre y cuando logre una línea de continuidad y regularidad».

Pedro Pérez Camacho,
ElDeportivo.es