Tras haber hecho una grandísima temporada con el CD Marino y que tuvo su epílogo con el ascenso a Segunda B. La lógica imperó y Kiko de Diego será el encargado de llevar las riendas de los de Los Cristianos en esa nueva categoría, al prolongar su relación contractual con la entidad dirigida por Paco Santamaría.
Después de terminar como primeros en el momento del parón a causa del Covid-19, afrontaron el play off disputado en Frontera en El Hierro en busca del ascenso, pero en su camino se interpuso en la primera ronda un gran Tamaraceite que al final fue quien lo consiguió. Le quedaba otra bala en la recámara a los tinerfeños, la que le otorgaba el haber logrado el primer puesto liguero. Esa posición le daba una segunda opción en forma de cruces entre los primeros que no lo habían logrado, algo que no se llegó a disputar a causa de un falso positivo de tres jugadores marinistas y que ante la situación que se estaba viviendo la RFEF decidió que los cuatro contendientes ascenderían, ampliando el número de equipos por grupo.
Ya tiene experiencia el míster sureño en Segunda B:
Cuando dirigió al Raqui San Isidro, a los que había llevado a ese lugar en la 06-07 tras superar las dos eliminatorias que se jugaban en ese entonces, Caravaca y Atlético Monzón fueron sus rivales. Aparte de eso también cuenta con rodaje en otros equipos como el Lanzarote y Tenerife B, con ambos también jugó por la opción de subir a segunda b. Las Zocas, Atlético Granadilla e Ibarra, son otros de los que han visto como el técnico les dirigía desde el banquillo.
La gran competición liguera de la 19-20 le condujo a la primera posición final y el título, después de que fuera aplicado el coeficiente entre los puntos obtenidos y el número de partidos jugados al no tener todos los mismos encuentros disputados.
«Seriedad defensiva y rentabilidad de puntos en cuanto a goles conseguidos, fue el mejor argumento que tuvo y que fue posible gracias a tener un grupo muy sólido, tanto dentro como fuera del terreno de juego».
A todo esto hay que unirle que dejaron escapar muy poco del Antonio Domínguez, su bastión. Esa mezcla dio ese excelente resultado a la conclusión del campeonato liguero y fue la que los llevó a estar en muchas jornadas al mando de la tabla clasificatoria. Los goles de Nami, el pichichi marinistas en esta última liga, doce fueron sus aciertos, junto a la aportación de otros de sus compañeros, les sirvieron para ir sumando punto a punto. Atrás las intervenciones de David Kikvidze, apoyado en el muro defensivo que construyeron, fue otro de los factores que les sirvió para seguir añadiendo números positivos en su marcador.
Ahora le viene un reto difícil a Kiko de Diego:
Intentar que el club se consolide en Segunda B, con la cordura por bandera en cuanto al capítulo económico sin gastos que lastren a la entidad. La apuesta por el jugador de la tierra será su argumento en cuanto a la confección de la plantilla, aportando el míster sus conocimientos para sacarle partido a esa idea con la que se parte en el Antonio Domínguez y que van a estar encuadrados en el subgrupo A del grupo cuarto, en el que estarán los equipos canarios y andaluces.
La composición del mismo es:
- Algeciras, Atlético Sanluqueño, Cádiz B, Marbella, Linense, Recreativo de Huelva, San Fernando de Cádiz, Tamaraceite, Marino y Las Palmas Atlético.
Pedro Pérez Camacho,
ElDeportivo.es
